¡Hola viajer@s espaciales!
Hoy os traemos un análisis intensivo sobre la influencia de las tan admiradas redes sociales. ¿Son tan "inocentes" como nos las presentan? ¿Hay algo más detrás del uso que les damos? Para responder nada mejor que un pequeño vídeo de la mano de Marta Peirano. Nosotras os contaremos el resto...
En la actualidad casi todos los seres humanos estamos rodeados de tecnologías que nos espían.
Muchas
han sido las veces que nos hemos hecho la pregunta. ¿Para qué nos quieren
si no somos nadie? o ¿de qué les va a servir lo que buscamos? El vídeo
de Marta Peirano nos lo explica bastante bien...
Ante esta situación, la afirmación más escuchada es "Me da igual, no tengo nada que esconder". Sin embargo, debemos recordar las palabras de Marta Peirano en la conferencia de TEDx Talks
Madrid. La periodista afirma que cometemos tres errores en cuanto a nuestra privacidad en las redes sociales:
Podemos llegar a pensar que los gobiernos o las grandes empresas solo espían a personas "importantes", como oponentes políticos, competidores o algún tipo de criminales. A pesar de ello,
lo que no sabíamos es que una de las armas más potentes se encuentra en nuestros bolsillos, que lo utilizamos cada día, que consideramos esencial y deseable. Búsquedas, vídeos, páginas visitadas, sitios que visitas, si circulas en coche, tren, autobús, origen y destino, las horas que duermes, con quién estás, qué series ves, qué conversaciones tienes... todo lo que creemos que ocurre "en privado" está siendo recogido por tu móvil en segundo plano. Y además, con nuestro permiso.
¿Cómo lo hacemos? Por ejemplo, seguramente la primera vez que encendiste tu nuevo móvil Android, lo primero que hiciste fue pulsar "acepto" ante las molestas notificaciones que te aparecían, esos molestos permisos que ralentizan el tan ansiado disfrute del móvil... Lo que no sabrías es que al aceptarlos, le estás proporcionando toda tu información a Google. Si accedes a los ajustes de tu móvil, seguramente te encontrarás con algo así:
Si se quieren consultar estos datos, se debe entrar en la cuenta de Gmail, en Mi cuenta, Información personal y privacidad y Controles de la actividad de tu cuenta. Ahí se pueden ver la cantidad de permisos dados a Google, como el historial de ubicaciones, de búsquedas de Youtube o la actividad de voz y audio (en este último se pueden escuchar conversaciones grabadas por el individuo, y otras en las que el sujeto no le había dado al botón de grabar), como ya se mencionó anteriormente.
Así pues, pongamos el caso de que esta semana he buscado "patatas fritas de bolsa" en Google y la primera imagen que aparece es esta:
Si durante las próximas jornadas sigo buscando algo relacionado con las patatas fritas de bolsa, visito algún ránking, vídeos de cómo se fabrican... Y entro en mi Facebook para ver las novedades de mis amistades, como un día cualquiera, seguramente en algún momento me aparezca algo así:
Para finalizar recordad, los grandes poderes viven gracias a robarnos nuestra información privada. Intentemos quitarles ese poder.
- Infravalorar la cantidad de información que producimos
- Despreciar el valor de esa información
- Pensar que el verdadero problema se encuentra en una agencia oscura y poderosa llamada NSA (Agencia de Seguridad Nacional).
Podemos llegar a pensar que los gobiernos o las grandes empresas solo espían a personas "importantes", como oponentes políticos, competidores o algún tipo de criminales. A pesar de ello,
lo que no sabíamos es que una de las armas más potentes se encuentra en nuestros bolsillos, que lo utilizamos cada día, que consideramos esencial y deseable. Búsquedas, vídeos, páginas visitadas, sitios que visitas, si circulas en coche, tren, autobús, origen y destino, las horas que duermes, con quién estás, qué series ves, qué conversaciones tienes... todo lo que creemos que ocurre "en privado" está siendo recogido por tu móvil en segundo plano. Y además, con nuestro permiso.
¿Cómo lo hacemos? Por ejemplo, seguramente la primera vez que encendiste tu nuevo móvil Android, lo primero que hiciste fue pulsar "acepto" ante las molestas notificaciones que te aparecían, esos molestos permisos que ralentizan el tan ansiado disfrute del móvil... Lo que no sabrías es que al aceptarlos, le estás proporcionando toda tu información a Google. Si accedes a los ajustes de tu móvil, seguramente te encontrarás con algo así:
Si se quieren consultar estos datos, se debe entrar en la cuenta de Gmail, en Mi cuenta, Información personal y privacidad y Controles de la actividad de tu cuenta. Ahí se pueden ver la cantidad de permisos dados a Google, como el historial de ubicaciones, de búsquedas de Youtube o la actividad de voz y audio (en este último se pueden escuchar conversaciones grabadas por el individuo, y otras en las que el sujeto no le había dado al botón de grabar), como ya se mencionó anteriormente.
Así pues, pongamos el caso de que esta semana he buscado "patatas fritas de bolsa" en Google y la primera imagen que aparece es esta:
Si durante las próximas jornadas sigo buscando algo relacionado con las patatas fritas de bolsa, visito algún ránking, vídeos de cómo se fabrican... Y entro en mi Facebook para ver las novedades de mis amistades, como un día cualquiera, seguramente en algún momento me aparezca algo así:
¿Qué
pasará la próxima vez que entre en una tienda a por algo de picotear?
¿Qué patatas escogeré a primer golpe de vista, unas que nunca haya visto
o las tan conocidas Lays? Imaginaos el negocio, si esto mismo es lo que hacen con cualquier producto (los votos también cuentan).
No
son las personas las que les interesan. Somos números, o mejor dicho,
algoritmos. Así estudian nuestros gustos, nuestras conversaciones,
nuestras búsquedas... y responden a ello.
Cuanto más interactúes con una marca, mayor será el número de publicaciones que veas de esa marca en tu muro.Se puede concluir pues, que con tales prácticas la privacidad no existe. Estamos constantemente controlados, saben todo sobre nosotros, incluso datos que nuestros familiares más cercanos desconocen. Por todo ello, no se podría rebatir si afirmásemos que vivimos en una aparente democracia, no real. Con estas técnicas de espionaje las grandes empresas y los gobiernos saben quienes somos y por qué protestamos. Eso es lo más grave, ya que con esta información los políticos que estén en el poder en un momento determinado, podrán encarcerlar o silenciar a aquellos individuos que vayan en contra de su ideología, finalizando así con los derechos humanos.
Algunas de estas herramientas como Tor (que te permite no ser rastreado), PGP (para el cifrado de emails) o Signal (app de mensajería instantánea libre). Así mismo, te recomendamos utilizar programas de software libre, como el sistema operativo Ubuntu (basado en Linux), paquetes de operaciones de oficina como LibreOffice o buscadores como Firefox. Este tipo de software permite a sus usuarios usar, modificar, distribuir y mejorar libremente sus programas, sin pagar licencia a ninguna compañía privada.
Para finalizar recordad, los grandes poderes viven gracias a robarnos nuestra información privada. Intentemos quitarles ese poder.
Para saber más...
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